¡Saludos! La mayoría de los seres humanos hemos sido educados para buscar el bien y evitar el mal; pero cuando decimos “me pasó algo malo” siempre lo decimos desde nuestra perspectiva humana y por lo tanto limitada. Muy a menudo recibo en mi consultorio a personas que me dicen que en sus vidas esto o aquello que les pasa o les pasó está mal, y sin embargo, luego de algunas sesiones, reconocen que nada era tan tremendo como les parecía y que además muchas de las cosas que habían considerado malas trajeron algo bueno a sus vidas.
El único sobreviviente de un naufragio fue a parar a una pequeña e inhabitada isla. Él estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba. Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger las pocas posesiones que había logrado conservar. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, él regresó y encontró la pequeña choza en llamas, y vio horrorizado cómo una columna de humo negro subía hacia el cielo. Creyó que era lo peor que le había pasado, pues esta vez si, había perdido todas sus pertenencias. Él estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía: ¿Cómo pudiste hacerme esto? Y se quedó dormido sobre la arena. Temprano en la mañana del siguiente día, él escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. ¡Venían a rescatarlo!, y cuando lo hicieron, les preguntó: ¿Cómo sabían que yo estaba aquí?. Y sus rescatadores le contestaron: es que vimos las señales de humo que nos hiciste.
Queridos amigos, es fácil enojarse cuando creemos que las cosas van mal, y ciegos por nuestro enojo, perdemos la perspectiva superior, la posibilidad de ver aquellas cosas buenas que podrían resultar de aquello que nos pasó.
Recuerden la próxima vez que crean que las cosas van mal, respirar profundamente, serenar sus pensamientos, y pedir desde el corazón…sabiduría… sabiduría para comprender todo lo bueno que está por llegar a sus vidas. “No hay mal que por bien no venga”.