¡Te ataco porque tú no adivinas las condiciones de satisfacción que no te doy!
Uno de los errores más comunes cuando hacemos pedidos es olvidarnos de establecer claras y precisas condiciones de satisfacción y tiempo, lo que termina por complicar el trabajo con los demás, tener que volver a decir o hacer las cosas, perder tiempo y recursos, y hasta generar impaciencia, enojo, decepción, desconfianza, dudas, quejas y todo tipo de emociones que, lejos de facilitar el aprendizaje, lo complican y entorpecen las buenas relaciones, provocando un gran desgaste emocional.
«El arte de saber pedir es una de las competencias claves en el desempeño de las organizaciones». Rafael Echeverría
Imagine cientos de miles de personas empleadas en distintas organizaciones intentando satisfacer pedidos que les hicieron sus jefes y que no tienen condiciones de satisfacción ni tiempo. ¡Imposible satisfacer esos pedidos!
Cuando pida algo a alguien, recuerde dejarle bien en claro las condiciones de satisfacción (qué, dónde, cuándo, de qué manera o cómo) y también recuerde escuchar el «si» (aceptación) a su pedido. Una manera de asegurarse que su pedido y las condiciones de satisfacción fueron correctamente escuchadas, es preguntar ¿qué escuchaste? a quien usted hizo el pedido y pedirle que repita las condiciones de satisfacción que escuchó.
De este modo, aumentaremos nuestra efectividad al hacer pedidos a los demás, mejoraremos los resultados, cuidaremos las relaciones, y no habrá más lugar para las quejas, sino para un «justo reclamo» en el caso que no se cumplan las condiciones de satisfacción del pedido que realizamos.
Alex Vales – Facilitador de Talleres Conversacionales en las Organizaciones.